
Cuando hablamos de transgénicos siempre surge la polémica, y de hecho, es uno de los pocos temas relacionados con agricultura en el que las posiciones de los profesionistas agrícolas están completamente inclinadas hacia un extremo, ya sea totalmente a favor o totalmente en contra, lo que dificulta el diálogo.
Sin embargo, desde mi punto de vista, los transgénicos son polémicos por 2 razones principales: la primera es que no hay legislación que obligue a las empresas a transparentar información crucial sobre estos cultivos, y la segunda es que existe mucha desinformación al respecto, lo que genera un pánico poco razonable.
Estoy a favor de los transgénicos por lo que representan: una herramienta más para mejorar la producción agrícola, pero tampoco creo que sean la solución a todos los problemas, por lo que no considero adecuado que se les adore o que se les satanice, ya que ambas posiciones extremas no ayudan en nada al debate constructivo.
Sin embargo, mientras como consumidores sigamos desconociendo cuáles productos agrícolas son transgénicos, no tendremos la opción de elegir, algo que es necesario en cualquier escenario; además, si supiéramos que consumimos transgénicos prácticamente a diario, quizá el miedo hacia estos disminuiría.
Si tienes alguna duda o comentario con respecto a esta clase o si hay algún tema que quieras sugerirme puedes contactarme.